Desde la Asociación Pro-Derechos Humanos advirtieron ayer del aumento del número de personas que intentan llegar a las costas españolas desde el continente africano. Es verdad, dijo Rafael Lara, miembro del Área de Inmigración, que en España ya hay más personas que se van de las que llegan "pero eso es para los grandes aeropuertos y otras fronteras". "Las llegadas desde el continente africano de personas con la esperanza de cruzar el Mediterráneo representará una pequeña parte de las migraciones pero quizás es la más dramática y la que genera más violaciones de los derechos humanos", dijo. "En África hay nueve países en guerra, rebeliones, con una mayoría de gente en la pobreza y con unas castas locales que se enriquecen. Entonces, ¿quién va a extrañarse de que haya gente que coja un flotador de playa e intente cruzar el Estrecho? Y por desgracia, parece que esta situación no va a cambiar", reflexionó Lara.
Si se traduce estas reflexiones en números, se ha producido en 2011 un incremento del 65% respecto a 2010 en los intentos de llegada (8.867 personas), según las personas interceptadas en España, Argelia y Marruecos. Si se tiene en cuenta exclusivamente las interceptadas en España, el incremento es del 26,5 % (6.842 personas). El más significativo se ha producido en Ceuta y Melilla, superando en un 128% las cifras de 2010. A Andalucía han llegado 436 inmigrantes más que en 2010, con Granada (1.736) y Almería (1.040) a la cabeza.
Cádiz queda en un tercer lugar más alejada. "Hace tiempo que la provincia dejó de ser punto principal y todo se ha desplazado hacia el Levante", afirmó Lara. Aún así el año pasado llegaron a las costas gaditanas 413 inmigrantes -278 hombres, 76 mujeres y 59 menores- en 39 embarcaciones, lo que rubrica la idea de que cada vez las embarcaciones son más pequeñas; la mayoría barca tipo juguete o incluso flotadores. La cantidad total de personas es similar a la de años anteriores en este caso y en ellas se enmarca el único fallecido en aguas de la provincia en 2011, del total de 198 ahogados, frente a los 131 del año anterior. Esto en las cifras recopiladas, "una cifra que seguramente haya sido superada por la realidad".
"¿Y tal y cómo está la situación en Europa aún siguen teniendo el sueño de llegar?", preguntó una periodista. "Pues parece que sí", contestó. "La gente que llega son gente que está preparada y no se trata sólo de que se estén muriendo de hambre sino de buscar un futuro. Siguen pensando que en Europa hay muchas oportunidades y a pesar del resultado incierto del viaje que emprenden, la necesidad humana de buscar un futuro de dignidad sigue impulsando a miles de africanos a arriesgar la vida para conseguirlo", aseveró.
Desde la Asociación Pro-Derechos Humanos criticaron que después de 10 años de los sistemas Frontex y SIVE se esté en los mismos niveles de 2003 y 2005. "Se ha invertido miles de millones en poner esto en marcha y hay el mismo flujo de personas que pasan pero en peores condiciones", aseguró Lara. "Sólo contenido por el papel de Marruecos y Argelia como verdaderos gendármenes para optar a cuatro ayudas europeas", agregó.
Lara recordó los largos trayectos de los subsaharianos que ya representan la gran mayoría de los que intentan llegar a España (en Cádiz 292 subsaharianos, 114 magrebíes y 7 argelinos). Las rutas desde su entrada a Argelia normalmente por el sur "las hacen a riesgo de ser abandonados por su guías, morir deshidratados, sufrir robos, violaciones y todo tipo de vulneraciones por parte de las autoridades y ser expulsados otra vez al desierto". Cuando llegan a Marruecos, aún le quedará la odisea final: cruzar los 14 kilómetros del Estrecho.
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