- La entrada en vigor la pasada semana de la reforma laboral y las manifestaciones sindicales del pasado domingo en la mayoría de las ciudades españolas contra la normativa no han cerrado el debate sobre las repercusiones de los cambios en el mercado de trabajo que introduce el documento aprobado por el Gobierno. Entre otras cosas, por que aún queda su tramitación parlamentaria.
Ayer mismo, el presidente de la Comisión de Economía y Política Financiera de la CEOE, José Luis Feito, planteó que el Ejecutivo debe ir más ayer. Fito propuso que los parados puedan dejar de cobrar la prestación por desempleo en el momento en que rechacen la primera oferta de empleo.
El dirigente de la CEOE remarcó que en el resto de países europeos es "inconcebible" que los desempleados cobren paro si han recibido una oferta de trabajo. "Como si es en Laponia", subrayó
Durante su intervención en el XX Congreso Nacional de la Distribución de la Automoción, Feito destacó que la estructura de prestación por desempleo en España es muy "generosa" ya que al principio se cobra más y después se va cobrando menos, algo que a su parecer podría cambiar. "En España hay una mentalidad de que el paro es una especie de renta, y que se tienen dos años para buscar trabajo", aseguró.
Asimismo, Feito calificó la reforma de "revolucionaria", pero también de "incompleta", aunque subrayó que con estas medidas España será capaz de crear empleo si se registra un crecimiento de la economía del 1%. "Que la reforma laboral cree empleo dependerá del crecimiento económico del país, aunque con esta medida en lugar de tener que crecer al 2% para generar puestos de trabajo, servirá con crecer al 1%". Para Feito, 2012 va a ser un año "crítico", aunque será también un periodo de "cambio de expectativas" en el que durante los primeros meses el paro no disminuirá, ya que la EPA del primer trimestre podría alcanzar los 5,5 millones de parados, pero en cuya recta final se podría comenzar a crear empleo.
Negociación
Por otra parte, desde el Gobierno se ha advertido a los sindicatos que el "tronco" de la normativa no se desvirtuará, mientras pide a los sindicatos que hagan propuestas concretas para mejorar la ley en el Congreso. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, dijo ayer que "está deseando" tener propuestas constructivas de los sindicatos durante el trámite parlamentario de la reforma laboral y aseguró que ninguna materia quedará "excluida" de la negociación.
Tras reunirse en la sede del Ministerio con la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes), Báñez señaló que el texto de la reforma puede discutirse "parte por parte" y ha manifestó que, aunque ya está habiendo contactos técnicos con los sindicatos, todavía no han puesto ideas concretas sobre la mesa. Asimismo, la titular de Empleo indicó que el Gobierno "respeta" las movilizaciones sindicales contra la reforma, pero insistió en que también pide soluciones y propuestas concretas al texto normativo. "El Gobierno es respetuoso con las manifestaciones de ayer (por el domingo), pero es el tiempo de la responsabilidad, de las soluciones y las propuestas", añadió.
Por su parte, los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, enviaron un mensaje al Gobierno para decirle que todavía está a tiempo de rectificar la reforma laboral que ha aprobado.
Durante la presentación de la presentación de la Plataforma Social para la defensa del Estado de bienestar, ambos líderes resaltaron que las manifestaciones del domingo en contra de la reforma laboral fueron las más importantes de la democracia. El secretario general de Cc OO, Ignacio Fernández Toxo, espera que el Ejecutivo "lea bien" el mensaje de lo que ocurrió en 57 ciudades españolas y "evite" al país la escalada de movilizaciones que puede producirse si mantiene el "sostenerla y no enmendarla".
Por ello, sugirió al Gobierno que durante su trámite parlamentario abra en paralelo una mesa de negociación con patronal y sindicatos para llevarlo después como enmienda al Congreso. Tanto para Toxo como para el secretario general de UGT, Cándido Méndez, es preferible introducir enmiendas al texto como lo que ocurrió en 2002 cuando tras la huelga general el Gobierno tuvo que modificar la reforma laboral que había aprobado el Parlamento. El líder de UGT se refirió al "grandísimo alcance" de las movilizaciones no sólo en las grandes ciudades, una afluencia que puede considerarse "de las más altas de la historia de la democracia española". Méndez insistió en que en la reforma hay mucha "injusticia, desequilibrio y ninguna armonía", por lo que pidió al Gobierno que reflexione porque ante una situación "difícil" como la actual, hay que poner "cauces" para trabajar unidos y no "a golpe de decreto".
Reacciones políticas
Por otra parte, desde el ámbito político, el líder de IU, Cayo Lara, consideró ayer que la "dureza" de la reforma laboral ha roto "la barrera del miedo" en la calle y cree que la respuesta ciudadana se acrecentará. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran I Lleida, señaló que las movilizaciones del domingo "servirán de poco" y pueden "empeorar las cosas", mientras que el diputado del PNV Emilio Olabarria dijo que el PP tendrá que buscar "puntos de equilibrio" en el Congreso si no quiere que las relaciones laborales en España sean como las de India o China.
Por otra parte, el economista Ramón Tamames cree que los sindicatos no tienen "argumentos" contra la reforma laboral que, admitió, "va a destruir empleo" en un primer momento para crearlo más adelante y salvará empresas. Tamames calificó a los sindicatos -en un acto en Santander- como entes con "poca afiliación" y "apéndices del Estado" que "viven del Estado", al igual que la patronal en otra medida.
Fuente: Informacion.es
0 Comentarios