- El departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno aragonés ultima la puesta en marcha de un plan dirigido a favorecer que las mujeres inmigrantes que, por motivos culturales no recurren a determinados servicios sanitarios, dispongan de una atención adecuada en igualdad de condiciones al resto de ciudadanos españoles.
Así lo aseguró ayer el titular de este departamento autonómico, Ricardo Oliván, antes de presidir la inauguración del III Encuentro Inmigración, Economía y Sociedad, que impulsa la Cátedra Bantierra de la Universidad de Zaragoza para analizar el impacto de la crisis sobre los flujos distintos flujos migratorios.
Oliván explicó que este programa tiene como finalidad concienciar a las mujeres, "y a sus maridos más que a ellas", en relación a los servicios de que disponen en el sistema sanitario público. Según el consejero, "hay servicios que no se pueden prestar en condiciones por parte de nuestros facultativos como consecuencia de barreras culturales, que no son sólo el idioma, que hacen difícil una adecuada atención".
Respecto a la necesidad del programa, se mostró convencido de que "una forma de integración es también que se acceda a la sanidad en igualdad de condiciones con el conjunto de los usuarios".
En su intervención ante los medios, el consejero valoró las políticas puestas en marcha desde su departamento de apoyo a inmigrantes, un colectivo de personas que "han venido a nuestro país a ayudarnos, fundamentalmente en época de expansión, y que ahora se han quedado en paro y necesitan nuestro apoyo".
AJUSTADO A LA LEY Oliván insistió en la necesidad de que estas iniciativas se ajusten a la actual normativa legal a fin de evitar el fenómeno de la inmigración ligado a la clandestinidad, del que derivan, a su juicio, situaciones "indeseables y de marginalidad".
Además, expresó su convicción de que el empleo, para las personas mayores, y la escuela, para los niños y jóvenes, son las "mejores" herramientas de integración de la población inmigrante. Advirtió, sin embargo, de que el elevado nivel de fracaso escolar entre los jóvenes inmigrantes y los condicionamientos culturales que afectan a las mujeres son barreras que dificultan severamente este proceso integrador.
A juicio del responsable político, esto evidencia que la crisis ha impactado con mayor fuerza en este colectivo que, además, no dispone de grupos familiares de apoyo a los que acogerse en situaciones de desempleo.
Por su parte, la directora del Encuentro, la profesora Blanca Simón, titular de la Cátedra Bantierra, explicó que la crisis ha provocado una disminución del flujo migratorio, pero destacó al tiempo que los extranjeros que ya se encontraban en España desde años atrás permanecen todavía en el país.
Esta situación ha favorecido que en la actualidad vivan en España unos 5 millones de inmigrantes, alrededor del 12% de la población, porcentaje que a principios de siglo se situaba en torno al 1%.
En este mismo sentido se pronunció uno de los ponentes del foro, el profesor de Econometría Rafael de Arce, para quien la población inmigrante "vino a España porque la llamamos, porque quisimos crecer y nos hacía falta mano de obra".
A su juicio, "no había posibilidad de acometer el crecimiento tan alto que se produjo, el mayor de Europa en muchos años, sino hubiera sido por la población inmigrante, que ha aportado, claramente, más de lo que ha detraído o consumido".
Fuente:-El periodico de Aragón
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