Así es el perfil del inmigrante que llega ahora a España: más edad y mayor cualificación


Por desgracia, la palabra crisis sigue figurando en la portada del Anuario de la Inmigración en España, que ha sido presentado este lunes 17 en la Fundación Ortega—Marañón. Dedicada a analizar las consecuencias de la actual situación económica sobre los flujos migratorios, esta sexta edición correspondiente al año 2012, titulada «Inmigración y crisis: entre la continuidad y el cambio», concluye que entran menos inmigrantes en España, pero que son de mayor edad y cualificación educativa.
Elaborado por más de una docena de expertos con el patrocinio de laDiputación de Barcelona, la Fundación ACSAR y el CIDOB de Barcelona, el codirector del estudio y catedrático de Sociología de laUniversidad Complutense de Madrid, Joaquín Arango, ha destacado la dificultad de realizar este tipo de análisis en el «ambiente de penumbra» reinante, debido a la falta de registros de salida de los inmigrantes en los padrones municipales, pues «no se toman la molestia en comunicar la baja». Con todo, se detecta que son los más jóvenes —los menores de 35 años— los primeros en abandonar el país, al encontrarse menos instalados y con menores cargas familiares.
En medio de esta «realidad borrosa», si bien es cierto que han disminuido las entradas, y muchos han regresado a su país de origen, «la gran mayoría de los seis millones de inmigrantes aún continúa en España». Por otra parte, ha aumentado la salida de españoles, con edades comprendidas entre los veinticinco y los treinta y cinco años, que se dirigen con preferencia al Reino Unido, Alemania, EE.UU., Argentina, Brasil o México. No existen diferencias entre hombres y mujeres y la gran mayoría poseen estudios superiores.
A los investigadores les ha sorprendido constatar que el dinero que los inmigrantes envían a sus países apenas ha descendido un 20 por ciento, desde el máximo histórico de marzo de 2008, pues en el presente somos el tercer país en volumen de envío de dinero al exterior en forma de remesas económicas, detrás de EE.UU. y Arabia Saudí. Este «extenuante esfuerzo» actual, se encuentra en los mismos niveles que en 2006, año de pleno crecimiento económico. Otro dato sorprendente, y en contra de lo que se creía, «los extranjeros hacen un menor uso de los servicios sociales que los españoles», ha asegurado Arango, aunque «a pesar de todo» se les ha retirado la tarjeta sanitaria.Para finalizar su intervención, el catedrático de Sociología hizo hincapié en que en nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, los mensajes xenófobos «no calan». Las «astronómicas» cifras de desempleo no han alterado la convivencia y «la paz social persiste», del mismo modo que sucedía «en los tiempos de bonanza económica ante la fortísima entrada de inmigrantes», ha afirmado Joaquín Arango.

«Falta de mano de obra joven»

Ante la imposibilidad de comparecer de Eliseo Aja, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, cerró la presentación Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de laUniversidad Autónoma de Barcelona, que junto a los dos anteriores ha codirigido el Anuario del año 2012. Éste ha destacado el «choque severo» que ha supuesto la segunda recesión, suscitada a partir de la crisis de deuda del verano de 2011. «Se han perdido 900.000 empleos de inmigrantes desde fines de 2007, más de la mitad de los cuales, 450.000, se han destruido en los dos últimos años», para apostillar con datos recientes, que «en los primeros seis meses de este año 2013 se perdieron más de 150.000 puestos de trabajo».
También se constata un creciente envejecimiento de los inmigrantes que conservan su empleo, un aumento del autoempleo que pasa del 10 al 16 por ciento, además de más mujeres que hombres que se ocupan en el sector servicios. Estas tendencias migratorias parecen indicar, en opinión de Josep Oliver, que «España podría encontrarse en el futuro con falta de mano de obra joven».
20minutos.es

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