El Correo
A su modo de ver, la sociedad española está aquejada de «amnesia». Olvida que su bienestar se debe a la generosa cooperación de los fundadores de la Unión Europea (UE) con los nuevos socios comunitarios, una estrategia radicalmente distinta de la que Bruselas aplica ahora a los inmigrantes de terceros países: internamiento de 'ilegales' sin orden judicial e incentivos al trabajador extracomunitario para que monte un negocio en su país. «Le llaman 'codesarrollo', pero bajo esa política subyace el control de flujos migratorios», explica el mexicano Raúl Delgado Wisse (Monterrey, 1950), docente investigador de la Universidad del Estado de Zacatecas. Especializado en los efectos económicos de las migraciones, ayer intervino en unas jornadas organizadas por la UPV en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
-Los últimos sondeos revelan que la percepción social de la inmigración empeora en Euskadi.
-El trabajador extranjero no puede ser el 'chivo expiatorio' de la crisis. Las sociedades no entienden cuál es la aportación de los inmigrantes a la economía de los países receptores. Esos datos están ausentes de las estadísticas; por eso la Red Internacional de Migración (un organismo con sede en Zacatecas) quiere ponerlos encima de la mesa.
-Los vascos creen que los trabajadores extranjeros abusan de las ayudas sociales. ¿Se podría calcular la riqueza que generan en Euskadi?
-Le pongo el ejemplo de mi país. Los inmigrantes mexicanos son responsables del 7% del crecimiento de la economía estadounidense, que es la más grande del mundo. Han generado una riqueza de 500.000 millones de dólares en el país de acogida, una suma que equivale al 60% del Producto Interior Bruto (PIB) de México. Pagan más de 50.000 millones de dólares al fisco en impuestos directos e indirectos, lo que representa el doble de las remesas que envían a sus familias. Y no reciben mucho a cambio, porque la mayoría son 'indocumentados'.
-¿Qué efectos puede tener en Ecuador, Bolivia o Marruecos la 'fuga' de cientos de miles de trabajadores a España?
-Entre 1994 y 2008, periodo de vigencia del Tratado de Libre Comercio, el coste que ha supuesto a México generar la fuerza de trabajo desplazada a EE UU equivale al doble de las remesas acumuladas por los inmigrantes...
El doble de trabajadores
-Entonces ¿quién está financiando a quién?
-Ésa es la pregunta. Uno de cada seis puestos nuevos de trabajo generados en EE UU lo ocupa un mexicano. Podemos decir que las jubilaciones de la generación del 'baby boom' estadounidense las están financiando, por un lado, inmigrantes de mi país y, por otro, la propia sociedad mexicana, que asume los costos que supone generar esa mano de obra.
-¿La crisis mundial frenará el flujo de inmigrantes a España?
-No se entienden las causas de la inmigración. A raíz de la incorporación de la ex Unión Soviética y de China al capitalismo, la población activa se ha duplicado en el mundo y ha pasado de 1.490 millones de trabajadores a más de 3.000 millones. Forman un 'paraíso' de mano de obra barata al que todas las empresas tratan de acceder. Ese 'paraíso' ha coincidido con políticas neoliberales que han desmantelado los aparatos productivos en los países subdesarrollados, liberando unas fuerzas de trabajo que se han insertado en la 'fábrica global'. Las grandes corporaciones han reestructurado la producción a nivel mundial.
-Y ahora ha llegado la crisis.
-Esa 'fábrica global' ha generado una precarización laboral que, si bien genera mayor competitividad a corto plazo, también ha creado un problema de sobreproducción. No hay manera de vender las mercancías, porque han aumentado las desigualdades sociales dentro de los países y entre unos países y otros. El capitalismo se ha salido de los raíles, se ha devorado a sí mismo.
A su modo de ver, la sociedad española está aquejada de «amnesia». Olvida que su bienestar se debe a la generosa cooperación de los fundadores de la Unión Europea (UE) con los nuevos socios comunitarios, una estrategia radicalmente distinta de la que Bruselas aplica ahora a los inmigrantes de terceros países: internamiento de 'ilegales' sin orden judicial e incentivos al trabajador extracomunitario para que monte un negocio en su país. «Le llaman 'codesarrollo', pero bajo esa política subyace el control de flujos migratorios», explica el mexicano Raúl Delgado Wisse (Monterrey, 1950), docente investigador de la Universidad del Estado de Zacatecas. Especializado en los efectos económicos de las migraciones, ayer intervino en unas jornadas organizadas por la UPV en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
-Los últimos sondeos revelan que la percepción social de la inmigración empeora en Euskadi.
-El trabajador extranjero no puede ser el 'chivo expiatorio' de la crisis. Las sociedades no entienden cuál es la aportación de los inmigrantes a la economía de los países receptores. Esos datos están ausentes de las estadísticas; por eso la Red Internacional de Migración (un organismo con sede en Zacatecas) quiere ponerlos encima de la mesa.
-Los vascos creen que los trabajadores extranjeros abusan de las ayudas sociales. ¿Se podría calcular la riqueza que generan en Euskadi?
-Le pongo el ejemplo de mi país. Los inmigrantes mexicanos son responsables del 7% del crecimiento de la economía estadounidense, que es la más grande del mundo. Han generado una riqueza de 500.000 millones de dólares en el país de acogida, una suma que equivale al 60% del Producto Interior Bruto (PIB) de México. Pagan más de 50.000 millones de dólares al fisco en impuestos directos e indirectos, lo que representa el doble de las remesas que envían a sus familias. Y no reciben mucho a cambio, porque la mayoría son 'indocumentados'.
-¿Qué efectos puede tener en Ecuador, Bolivia o Marruecos la 'fuga' de cientos de miles de trabajadores a España?
-Entre 1994 y 2008, periodo de vigencia del Tratado de Libre Comercio, el coste que ha supuesto a México generar la fuerza de trabajo desplazada a EE UU equivale al doble de las remesas acumuladas por los inmigrantes...
El doble de trabajadores
-Entonces ¿quién está financiando a quién?
-Ésa es la pregunta. Uno de cada seis puestos nuevos de trabajo generados en EE UU lo ocupa un mexicano. Podemos decir que las jubilaciones de la generación del 'baby boom' estadounidense las están financiando, por un lado, inmigrantes de mi país y, por otro, la propia sociedad mexicana, que asume los costos que supone generar esa mano de obra.
-¿La crisis mundial frenará el flujo de inmigrantes a España?
-No se entienden las causas de la inmigración. A raíz de la incorporación de la ex Unión Soviética y de China al capitalismo, la población activa se ha duplicado en el mundo y ha pasado de 1.490 millones de trabajadores a más de 3.000 millones. Forman un 'paraíso' de mano de obra barata al que todas las empresas tratan de acceder. Ese 'paraíso' ha coincidido con políticas neoliberales que han desmantelado los aparatos productivos en los países subdesarrollados, liberando unas fuerzas de trabajo que se han insertado en la 'fábrica global'. Las grandes corporaciones han reestructurado la producción a nivel mundial.
-Y ahora ha llegado la crisis.
-Esa 'fábrica global' ha generado una precarización laboral que, si bien genera mayor competitividad a corto plazo, también ha creado un problema de sobreproducción. No hay manera de vender las mercancías, porque han aumentado las desigualdades sociales dentro de los países y entre unos países y otros. El capitalismo se ha salido de los raíles, se ha devorado a sí mismo.
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