Expertos proponen integrar plenamente a los inmigrantes desde su condición de ciudadanos

Creen que se ha perdido la ocasión de introducir este debate en la Constitución europea
G. B./SANTANDER

Carlota Solé y Lorenzo Cachón, en La Magdalena. / ROBERTO RUIZ

Lograr la integración plena de los inmigrantes «desde su condición de ciudadanos, y no desde su nacionalidad» es una de las cuestiones más destacadas en los debates desarrollados durante el encuentro sobre inmigración que se ha celebrado en La Magdalena durante dos jornadas. La catedrática de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona y directora del curso, Carlota Solé, y el profesor de la Complutense de Madrid, Lorenzo Cachón, abordaron la necesidad de introducir de manera «valiente» este debate en los ámbitos político y jurídico, en el foro desarrollado bajo el epígrafe 'Inmigración:trabajo y ciudadanía'.

Ambos expertos consideraron que «Europa ha perdido una ocasión para que se incluyese en su Constitución una alusión que permitiera ser ciudadano europeo no sólo a los ciudadanos de los estados miembros sino a los residentes de larga duración en Europa». Cachón lamentó que «desafortunadamente esto no ha tenido lugar». Sin embargo, la ciudadanía europea va ligada a la nacionalidad, lo que, a juicio de ambos, «tenía que haberse evitado y, además, habría aportado una gran novedad desde el punto de vista jurídico». El obstáculo principal para que se pueda plasmar esto reside en que quizás se trata de una idea «muy avanzada a la vez que chocante. No está madura ni en el debate político europeo ni en el español, pero esto no quiere decir que no haya que planteárselo a los poderes políticos». Cachón, quien recalcó que «uno no es tanto de la ciudad sino del lugar donde vive», se mostró esperanzado en la necesidad de seguir trabajando con ese objetivo. Por su parte, Carlota Solé se refirió a la necesidad de «visualizar una nueva unidad política de cara a la inmigración». En su opinión, el principal temor de la UE en relación a la inmigración radica en que se desaten «las reivindicaciones culturales y la implantación de las religiones».

Solé, quien llamó la atención sobre el hecho de que «los Estados-Nación han perdido poder como consecuencia de la visualización de una nueva unidad política, la Unión Europea, abogó por su articulación jurídica siempre y cuando «dé prioridad a la condición de residente del inmigrante». En las jornadas de La Magdalena se han tratado los distintos puntos de inflexión que han llevado a una mayor concienciación de la sociedad española en los últimos años, en todo lo relativo a la inmigración. Uno de los pilares de estudio de futuro, perfiles y tendencias, se fundamenta «en la creciente importancia de la mujer inmigrante, ya que, no solamente aumenta su número en los flujos migratorios, sino que también se acentúa su iniciativa en el proyecto de migración», manifestaron ambos analistas.

El papel primordial y protagonista de la mujer debe traducirse, según los profesores, en «la aplicación en las leyes de una discriminación positiva a corto plazo para su reagrupamiento familiar, ya que por razones culturales es más sencillo que sea la mujer quien siga al hombre y no al revés». La catedrática catalana subrayó al respecto que «los estudios prueban que las mujeres ahorran mucho más que los hombres en los países de destino, lo que propicia que las remesas de dinero que mandan a sus lugares de origen sean mayores». Por ende, esta situación permite que «sus hijos puedan recibir una mejor educación y que sus parientes más cercanos puedan prosperar económicamente al montar un pequeño negocio, por ejemplo».

Sobre el perfil actual de la inmigración en España, Cachón trazó una situación dividida en cuatro partes casi equivalentes entre ciudadanos comunitarios, las personas procedentes de América Latina, los africanos y «los que corresponden a otros países».

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