Residen en España 5,22 millones de extranjeros, de los cuales 2,1 son ciudadanos de la UE-27. Los extranjeros nacidos en la Unión Europea (menos España) son 924.101, lo que representan un 18% del total de extranjeros, según los datos del Instituto Nacional de Estadística a fecha de 1 de enero de 2008 basados en el Padrón Municipal. Dos tercios son británicos, franceses y alemanes.
Legalmente, se considera que una persona es residente cuando su estancia en el país es superior a tres meses al año; por ello, en España, cuando se pasa este período es obligatorio inscribirse en el Registro de Extranjeros y empadronarse. Pero lo cierto es que, según un documento de trabajo del Real Instituto Elcano con datos de diferentes Embajadas de países europeos en España, más de la mitad de sus nacionales residentes habituales en España no se empadronan.
Si se considera “irregular” la estancia de un extranjero cuando éste no está registrado, el porcentaje de irregularidad es mayor entre los comunitarios que entre los no comunitarios: el 1 de enero de 2008, estaban empadronados en España 924.101 extranjeros nacidos en países de la UE-14, pero sólo tenían tarjeta de residencia 700.557, lo que supone un 24% de irregularidad, y ello sin incluir a aquellos que ni tan siquiera están empadronados. Las cifras más altas de situación de ‘irregularidad’ se registran, entre los comunitarios, sobre todo en alemanes y británicos.
Los extranjeros comunitarios, tradicionalmente descritos como jubilados que buscan el sol de las costas españolas (Andalucía, Baleares, Canarias y Levante), han ido cambiando su perfil y en la actualidad, entorno al 40% reside en otras zonas, como Madrid o Barcelona (10% en cada una). Y aunque continúa tratándose de la población inmigrante más envejecida, más incluso que la propia población española; los jubilados procedentes de la UE-14 representan tan sólo la quinta parte del total.
Cerca del 60% de los extranjeros EU-14 residentes en España son económicamente activos, tienen un nivel educativo medio superior al de la población española y muy superior al del resto de los inmigrantes (el 31% de los extranjeros EU-15 tiene estudios universitarios). Comparados con el total de la población española, estos extranjeros comunitarios trabajan más en la construcción, en el comercio y la hostelería, y en las actividades financiera, inmobiliaria y administrativa en general. Además, frente a los españoles, nos duplican en porcentaje entre el personal directivo y nos superan entre los técnicos y profesionales de nivel alto y medio. Así se desprende del ya mencionado documento de trabajo del Real Instituto Elcano sobre los europeos comunitarios de países ricos.
Teniendo en cuenta que estos extranjeros vienen de países donde las tasas de paro suelen ser superiores o similares a las españolas y que los niveles de vida y servicios sociales superiores a los nuestros, ¿por qué vienen a España? La respuesta se encuentra en la mayor calidad de vida –clima, entre otros elementos– que pueden encontrar aquí. (roja2.com)
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